El mito de la Caverna de Platón
Una metáfora que nos explica la doble realidad que percibimos.
Platón empieza hablando sobre unos hombres que permanecen encadenados a las profundidades de una caverna desde su nacimiento, sin haber podido salir de ella nunca y, de hecho, sin la capacidad de poder mirar hacia atrás para entender cuál es el origen de esas cadenas.
Así pues, permanecen siempre mirando a una de las paredes de la caverna, con las cadenas aferrándolos desde atrás. Detrás de ellos, a una cierta distancia y colocada algo por encima de sus cabezas, hay una hoguera que ilumina un poco la zona, y entre ella y los encadenados hay un muro, que Platón equipara a las artimañas que realizan los tramposos y los embaucadores para que no se noten sus trucos.
Entre el muro y la hoguera hay otros hombres que llevan con ellos objetos que sobresalen por encima del muro, de manera que su sombra es proyectada sobre la pared que están contemplando los hombres encadenados. De este modo, ven la silueta de árboles, animales, montañas a lo lejos, personas que vienen y van, etc.
Si uno de los hombres se pudiera liberar de las cadenas y mirar hacia atrás, esta nueva verdad, nuevo conocimiento o nueva experiencia primaria lo molestaría y confundiría. Porque inevitablemente es algo nuevo y desconocido y también inimaginable. Qué es lo que sucede cuando uno de estos hombres logra liberarse.
También cuestionarnos si las sombras que visualizamos no están impregnadas de experiencias vividas. "No todo es como lo vemos"
Teniendo en cuenta las creencias que todo individuo social tiene psíquicamente, ya sea por añadidura social, familiar o propia de las experiencias vividas. Podríamos plantear que las cadenas son estas creencias. Que nos mantienen en una zona de confort que no es tan confortable. Sin embargo es la zona conocida.
La liberación : El acto de liberarse de las cadenas serían los actos de "rebeldía" que solemos llamar revoluciones, o cambios de paradigma. Por supuesto, no es fácil rebelarse, ya que el resto de la dinámica social va en sentido contrario.
Ya con el mero hecho de cuestionarnos nuestras creencias, sobre las situaciones vividas y que hemos aprendido, comenzamos el proceso de liberación.
Pudiendo resignificar experiencias y reconstruirnos, sabiendo que nunca será un proceso acabado. Ya que como bien explica el mito de Platón : Existe una doble realidad de lo que percibimos día a día.
Después de conocer el mito de la Caverna de Platón ¿Te gustaría liberarte de las cadenas?