Hablemos del árbol genealógico.
El árbol genealógico como herramienta para conocerse. “Nadie existe solo, nadie vive solo. Todos somos lo que somos porque otros fueron lo que fueron”.
El árbol genealógico nos ofrece una gran cantidad de datos que resultan muy valiosos para entender quiénes somos y por qué somos así. La información que nos brinda es integradora, es decir, nos permite establecer los nexos que unen al pasado con el presente y el futuro. Todos venimos de una historia que se ha construido a lo largo de los siglos.
La familia no es un factor más en la vida del ser humano. Está en la esencia de lo que somos, sin importar el tipo de vínculo que se tenga con ella. Estaba ahí antes de que naciéramos y nos sucederá. Todos llevamos su impronta, incluso en aquellos casos en los que la familia abandonó o desapareció. De hecho, esa misma ausencia puede ser una de las mayores marcas para la vida.
El árbol genealógico nos ayuda a construir lo que se llama la memoria emocional. Se trata de un cúmulo de experiencias pasadas que se hacen presentes en infinidad de nuestros comportamientos. Buena parte de esa memoria no está expresada en términos conscientes.
Los datos relevantes en el árbol genealógico
El árbol genealógico nos aporta a veces datos insospechados. Otras el asunto no es tan espectacular, pero no por ello resulta menos relevante. Más que elaborar este árbol genealógico, de lo que se trata es de interpretarlo. Y para lograrlo hay algunos datos a los que se les debe prestar especial atención. Estos son algunos de estos datos importantes:
El lugar que se ocupa dentro de los hermanos. En esto no hay fórmulas, pero sí es seguro que el lugar que se ocupa dentro de los pares resulta definitivo en la conformación de la estructura psicológica. Básicamente determina la relación que se tiene con el dinero, las posesiones y el territorio (físico y emocional).
El doble linaje. Nuestros padres son la confluencia de dos grandes tradiciones familiares, pero en nosotros siempre influye más una de ellas. ¿Por qué? Es un dato relevante. Como también lo es cualquier vacío de información sobre los padres de nuestros padres o los abuelos de ellos. Esas lagunas suelen ocultar elementos importantes. También es muy relevante saber si alguien más en la familia lleva nuestro nombre. Si es así, formamos parte de un conflicto narcisista no resuelto.
Elementos que se repiten. Esto incluye edades a las cuales se han casado o han tenido sus hijos nuestros ancestros, labores o cualquier otro hecho que aparezca más de una vez. Por lo general, estas cadenas de repetición son el indicador de un guión inconsciente. Al dejar de repetir se avanza
La forma como han muerto los miembros de la familia. Es importante establecer cómo murieron nuestros ancestros. En caso de que existan accidentes o suicidios, se debe valorar muy detalladamente esa información. Las muertes por problemas cardíacos, respiratorios o inmunológicos nos hablan de un fuerte componente emocional en ellas. En una novela hay unos hechos que se narran, pero también hay muchos que se ocultan. Palabras que se dicen y otras que se callan. Lo mismo ocurre con las familias. El árbol genealógico constituye una oportunidad para reescribir la historia. Lo importante es otorgarle el sentido que adquiere para quien lo elabora. Descubrir y describir las huellas de su estirpe. Encontrar información que le permita entenderse y explicarse mejor.
Es importante también en base al árbol genealógico poder descifrar las creencias familiares que vienen arraigadas desde hace años o incluso siglos para poder fijarnos si esas creencias a nosotros hoy en día nos sirven. ¿Sos una puerta abierta o un muro que nos impide auto realizarnos en algún vinculo o proyecto? La única manera de sanar el árbol es ser conscientes de que aspectos limitantes poseemos a través de nuestra historia para poder cambiarlos y desbloquearlos.